POESIA DEL BICENTENARIO

Me fue muy grato encontrar tantas y valiosas respuestas al pedido de que escribieran un poema que encendiera la llama del entusiasmo por el tema de la vivienda en el Bicentenario de la Patria. Todavía faltan...estamos esperando, hagan el esfuerzo.
Quiero agradecer especialmente a aquellos, sin importar nombres, que realmente pusieron el alma en el papel..o en la PC...
Este camino de metáfora e imaginación seguro dará frutos creativos profundos y perdurables, mas allá de este ejercicio pedagógico. Porque no hay mejor forma de hablar de arquitectura que con la poesía, el arte de la palabra hecha imagen... Imagenes que denotan la realidad profunda y esencial de las cosas que nos asombran y conmueven.
A través de estas imágenes que reflejan la realidad y las ideas es que llegaremos a la creación de las formas, ya sea arquitectónicas o artísticas. Y es la mano, llevada por la imaginación, que justamente es ver con la mente y a través de nuestro tamiz personal, que transmitirá a la materia el alma que le dará sentido y existencia. Y surgirá el espacio que podrá habitarse y transformar la Ciudad y que cobijará vida. Y todo esto por supuesto, lleva implícito y a su vez alimenta la cultura y nuestra identidad, presente en nuestra tierra, que para la mayoría de nosotros es esta Ciudad y esta Nación, compleja, contradictoria pero amada porque es la que recibimos y es nuestra, que nos convoca y nos debería encontrar viviendo en comunión, como bien decía el alumno.
Y pensemos también en lo que dice el poeta:

La patria vive dulcemente de las raíces enterradas en el tiempo.
Somos un ser indisoluble con el pasado, como el alma con el cuerpo.
Como la flor con el perfume, como las llamas y la luz con el incendio.
Como la madre con el hijo que tiene en brazos, como el grito con el eco.
Mucho dolor fue necesario para sembrar lo que cantando recogemos.
Nuestra nobleza está fundada con la firmeza del amor en todo aquello.
Como la roca en la montaña, como la dicha de la casa en los cimientos.
Como la piel en nuestra carne, como la carne dolorosa en nuestros huesos.
Seres borrados por los siglos están velando por nosotros desde lejos.
Cuando florecen los linares, sus ojos claros nos contemplan en silencio.

F. L. Bernardez (estracto de La Patria)

Imaginemos y proyectemos entonces la vivienda comunitaria del Bicentenario, llevando poesía a la Ciudad, a través de una arquitectura que tenga nuestras raíces y que florezca.

Reynaldo González