Compartimos la publicación del articulo escrito por el Esp. Arq. Dimas González, docente del Taller en Proyecto Urbano-Proyecto Arquitectónico en la Revista AREA n°25 (Agenda de Reflexión en Arquitectura, Diseño y Urbanismo), titulado “LA FORMA COMO HUELLA: UN DISCURSO DEL PAISAJE DESDE LA EXPERIENCIA SENSIBLE".
Inscripta en el marco de la Secretaría de Investigaciones de FADU/UBA, la publicación es un espacio de discusión de los compromisos y las miradas propias de la investigación académica, convirtiéndose en reflejo de las diversas facetas de la producción en los últimos años. AREA es una publicación arbitrada por pares e indexada en el Catálogo Latindex, en la red ARLA – Asociación de Revistas Latinoamericana de Arquitectura, en la Biblioteca de la FADU y en el Repositorio de la Universidad de Buenos Aires-SISBI.
La premisa del ensayo plantea una aproximación al paisaje desde el registro sensible que implican la percepción y la experiencia como motores en una comprensión integral del ámbito de intervención proyectual, en una comprensión que se plantea tanto desde planos individuales como colectivos.
Resumen:
Los paisajes son emergentes de un territorio
esencialmente existencial; imbuido de
significación por sus moradores, integra para
ellos un imaginario conformado por identidad,
recuerdos y sentidos, lleno de emociones y
experiencias.
Valoramos profundamente este imaginario referido, porque coincidimos en que las emociones experimentadas en un lugar articulan al paisaje como un modo de discurso que da sentido individual y colectivo a su habitar. Por lo cual, si el intercambio entre los lugares y sus habitantes, entre personas y paisajes se termina por perder, si desde las disciplinas del proyecto no se mantienen en pie los estructurantes emotivos, experienciales, sensibles que constituyen al paisaje, nos quedaremos con lugares ajenos, habitando discursos incomprensibles.
Valoramos profundamente este imaginario referido, porque coincidimos en que las emociones experimentadas en un lugar articulan al paisaje como un modo de discurso que da sentido individual y colectivo a su habitar. Por lo cual, si el intercambio entre los lugares y sus habitantes, entre personas y paisajes se termina por perder, si desde las disciplinas del proyecto no se mantienen en pie los estructurantes emotivos, experienciales, sensibles que constituyen al paisaje, nos quedaremos con lugares ajenos, habitando discursos incomprensibles.
Nuestros paisajes edificados, las vidas
que en ellos llevamos, los significados que
introyectan en nosotros, terminarán perdiendo
el sentido al destruirse su discurso.
A partir de esta premisa, el objetivo del artículo es plantear la relevancia de un campo de investigación hoy vacante, centrado en valorar la pertinencia del arraigo en el desarrollo y conceptualización de procesos situados para el relevamiento y registro del ámbito de intervención proyectual.
A partir de esta premisa, el objetivo del artículo es plantear la relevancia de un campo de investigación hoy vacante, centrado en valorar la pertinencia del arraigo en el desarrollo y conceptualización de procesos situados para el relevamiento y registro del ámbito de intervención proyectual.
Se entiende
el arraigo como sustento de la práctica del
proyecto arquitectónico; así se buscará
descubrir, desde la percepción, lenguajes de
formas; desentrañando sus sentidos, lógicas,
técnicas y develar, mediante la morfología,
instancias integradoras, que elaboran enlaces
entre comprensión y representación.
Enlace: https://www.area.fadu.uba.ar/wp-content/uploads/AREA2501/2501_gonzalez.pdf