Larramendy – Steibel – Rodríguez Traverso
La boca, el río olvidado, puerto madero y su no exterioridad; la autopista, el puerto, los astilleros; norte “rico” y sur “pobre”. Éstos fueron los conceptos abordados durante la cursada, por este grupo de alumnos. “Bordes, límites, fragmentos, el no lugar de los acontecimientos impersonales” [1]se transforman en objeto de estudio pues, el problema, se resuelve instalándose en él. Con una arquitectura que se apropia del lugar, que le pertenece, que entiende sus atributos, el modo en que se manifiestan. Porque entender lo que hay que añadir; ignorar; eliminar; transformar; etc., fue vital para el proceso de este trabajo.
Trabajo que pone énfasis en la “exterioridad” de su arquitectura, que da medida al espacio, que permite la comprensión de uno mismo en relación al mundo exterior.
Y que como si fuera un contratema del orden principal imperante en nuestros días, hace referencia a un sistema de valores multicasual en lugar de una racionalidad basada en la lógica.
Pues “es posible para el arquitecto permitir que la gente conozca u observe gente cuando va al supermercado; o disfrutar de un paseo en coche, proveer un piso barato de una sala de estar exterior y una panorámica al mundo; transformar la calle en teatro; proveer espacio para experimentar la naturaleza, una bandada de pájaros contrastando contra el cielo, el tiempo” [2].
En mi opinión, estas son actividades arquitectónicas autenticas, brillantemente reflejadas en este trabajo.
Arq. Mariano Veleda
[1] De la memoria de los autores
[2] Florian Beigel
DIAGNOSTICO
PREENTREGAS
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