Mi padre se irritó:
-¡Escribes tu poema y luego lo corriges! ¿ Qué es escribir, si no corregir? ¿Que es esculpir, si no corregir? ¿Has visto modelar la arcilla? De corrección en corrección surge el rostro, y el primer toque del pulgar era ya una corrección del bloque de arcilla. Cuando fundo mi ciudad, corrijo la arena. Después corrijo la ciudad. Y de corrección en corrección marcho hacia Dios.
Antoine de Saint-Exupery, Ciudadela, Cap. CXXXIII
Al: Arrua-Insúa-Prieto
De corregir se trata entonces y proyectar los ascensos, culturales, sociales, geográficos y productivos.
Que otra cosa es proyectar sino corregir en el ascenso.
Y en la barranca además tendremos descensos, no se olviden. Es cierto, el origen, la posta, el cruce de caminos, la Virgen del Rosario, todo anuncia un ascenso hacia el habitar de la ciudad. Pero luego se produce el cruce del umbral y la corriente del río entonces nos hará descender naturalmente. Y la capacidad del hombre hará también el camino inverso contra corriente. Porque en eso se escala la vida, ascenso y descenso, avances y retrocesos.
El proyectar el borde-barranca-escalera generará ese fluir en ambos sentidos y los necesarios descansos abiertos-públicos, verdes claros o nodos concentrados de movimiento.
Y buscando coherencia en las correcciónes Rosario recuperará su esencia: el río, la barranca, la cuidad.Arq. Reynaldo González
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