Monday, April 04, 2011

Arte Popular, Milagros y Urbanismo

..."Poco después de entrado el sol, llegamos a la villa de Luján. En la mañana siguiente visite la iglesia. El párroco estaba celebrando la misa, y asistían algunas mujeres, arrieros y carreteros. En esta iglesia se guarda la venerada imagen, sobre la que se cuenta la siguiente tradición: Llevaban en cierta oportunidad, de Buenos Aires a Chile, por el camino a través del país, dos imágenes en talla de la virgen, cuando, de pronto, el carro donde viajaba una de ellas, empezó a encontrar obstáculos en el camino y al fin se rompió en las proximidades del río Luján. Este accidente fue considerado milagroso, creyéndose que la virgen se rehusaba a cruzar la corriente. Entonces resolvieron erigir una iglesia en las márgenes del arroyo. Mas tarde se levantó un magnífico edificio, consagrado a la misma devoción, que costo setenta mil pesos plata y empezaron a llegar las ofrendas, procedentes de todo el país. Estas ofrendas consisten en objetos de oro y plata, y simulan brazos, manos y otros miembros, emblemas de los beneficios que los creyentes han creído alcanzar con sus votos. La imagen se encuentra en el centro del altar mayor, mirando hacia la nave de la iglesia, pero cuando se trata de presentarle una ofrenda, el sacerdote la hace girar hacia el camarín. Llaman así a una capillita colocada tras el altar, donde la virgen puede ver a los donantes y sus ofrendas. Los ex-votos de las gentes pobres consisten generalmente en cirios que se encienden en honor a la imagen. Además, cuarenta a cincuenta capellanías están vinculadas al santuario y los ingresos provenientes de donaciones pías, superan a los de la Catedral de Buenos Aires."...

William Mac Cann

Viaje a caballo por las provincias argentinas; 1847; Pág.162/163

Los libros de viajeros son para los historiadores y especialistas, imprescindibles para cubrir la falta de información o complementar los conocimientos sobre ciertos temas de nuestro pasado proporcionando gran cantidad de datos útiles que en general se descuidan o se ignoran, sobre todo en lo relativo a los usos y costumbres en nuestro país. Obviamente son datos que deben evaluarse con precaución, ya que al ser subjetivos pueden o no estar cargados de intencionalidad. No es este el caso de Mac Cann, ya que en todas sus apreciaciones coincide con datos históricos verificables.

El ojo perspicaz de este viajero ingles que a mediados del siglo XIX visito nuestro territorio, supo ver lo fundamental, y con muy pocas palabras hacer una precisa descripción tanto de la importancia y del significado de la virgen de Luján para el país, como la belleza de su iglesia erigida a mediados del siglo XVIII, y de las características de las ofrendas allí recibidas detallando desde sus formas y motivos hasta sus materiales. Describe esos objetos que demuestran la devoción de los fieles a su virgen, y evidentemente despiertan el interés del avezado viajero por su elevado número, por ser de oro o plata, y por representar brazos, piernas y otras partes del cuerpo humano. Se los denomina ex-votos, y se utilizan para agradecer a la virgen o a los santos su intercesión en obra de un milagro, dejándolos colgados de sus ropas o a los pies de sus imágenes.

El hombre ha tenido siempre la necesidad de comunicación con lo sobrenatural o con sus dioses, y lo ha hecho a través de imágenes tangibles ya que es la forma de la que se ha valido y aun se vale para sentirse más cercano y a la vez protegido.

En estas pequeñas imágenes de plata es que vamos a profundizar en una breve investigación por ser ellas uno de esos secretos que atesora el santuario de la virgen de Luján. Secretos que pertenecen a lo mas particular de la fe y sus costumbres en lo que fuera en otras épocas el virreinato del Río de la Plata, en primer lugar por ser del material que dio nombre a nuestro territorio y su relación directa con el cerro de Potosí de donde se extraía aquel preciado metal.

Y por el otro por ser obras de arte confeccionadas por nuestros plateros criollos, eximios ejemplos de nuestro arte popular, donde el artista es parte de la expresión de la sociedad a la que representa con su obra utilizando los materiales emblemáticos del sitio, escuchando el pedido del promesante, pero dándole al mismo tiempo un carácter personal. Con ellos va elaborando un lenguaje formal que no resulta artificial por no ser impostado, dando origen desde tiempos remotos a una vasta diversidad de pequeñas obras de arte autóctonas.

Las formas que adoptan los ex-votos son muy variadas, pocas veces están haciendo referencia a los milagros que los fieles piden se les concedan, pero en su gran mayoría se ofrendan en agradecimiento por los milagros ya concedidos.

De allí que en un país donde el trabajo pesado como la agricultura y ganadería, y las necesidades del hombre que debía sustentar a su familia se basaban fundamentalmente en el uso de sus manos, brazos, piernas, pies y ojos, sean estos los principales afectados por enfermedades o heridas, y por lo tanto sujetos al agradecimiento del promesante hacia la virgen a través de las ofrendas hechas con los ex-votos de plata al recibir el milagro de la cura.

En un artículo publicado por Mulhall Hnos. en 1869 refiriéndose a Luján dice:

"El Santuario de la Virgen no es menos notable por su antigüedad que por el numero de peregrinos que lo visitan de las provincias norteñas y otros países de Sudamérica. La imagen esta arriba del altar mayor. Las ofrendas de brazos de plata, piernas etc. exceden en numero a 50000, pesando todas juntas varias arrobas; las donaciones del año pasado sumaban 15 libras de plata...."

Son también muy ilustrativos los Libros de Promesantes que se conservan en Luján, donde por ejemplo se lee: ..."de Rosario de Santa Fe, Don Valentín Casas es portador de las siguientes promesas: tres piernas de plata macizas; una medalla; dos corazones; una cabeza; dos piernas; un brazo; dos niños; un caballo de plata; un hombre; un pecho; un vientre; dos ojos y un perro de plata..."

3/11/1891

Existen infinidad de figuras ex-votivas de plata. Representaciones humanas, animales, santos, vírgenes, vegetales, y cada una de ellas con diferentes formatos y valores según su peso en metal, ya que los había de plata estampada o fundida en tierra y trabajadas luego a buril y lima por los maestros plateros. Pero infelizmente no se conservan los innumerables ex-votos ofrendados en la actual Basílica de Luján que sean de origen colonial, ya que como en otros santuarios de otros países, han sido destinados a la fundición para hacer vasos sagrados, crismeras, candelabros o para ser vendidos al peso para utilizar el dinero obtenido con diversos fines. En el caso de la Virgen de Guadalupe en México, para hacer su nuevo marco en 1927, se utilizaron 57 Kg. de plata provenientes de la fundición de ex-votos.

Ahora bien, luego de esta introducción explicativa de uno de los objetos de fe representativos del arte popular rioplatense, podríamos decir que estos son culturalmente sustentables, ya que tanto la materia prima con la que están confeccionados como sus hacedores surgen de las mismas raíces de nuestra tierra, y estaríamos acertando con dicha apreciación.

Pero en realidad existen sincretismos que rara vez son puestos de manifiesto debido a nuestras formas de vernos mas como europeos que como latinoamericanos, o mejor aun, como iberoamericanos. Y es allí donde debiéramos también replantearnos nuestra razón de ser, a partir de la cual reconoceríamos que una ciudad positivista o una basílica neogótica de origen europeo, implantadas sin un esfuerzo de adaptación a un contexto colonial de llanura, no nos transforman en europeos.
De todas formas habrá que resolver estos temas primero desde el trazado de lineamientos culturales coherentes, para luego abordar los problemas urbanísticos y arquitectónicos. A pesar de estas cavilaciones, debemos reconocer las bondades de poseer tamañas obras emblemáticas que prestigian nuestro acervo arquitectónico, urbanístico y cultural, tanto en nuestra paradigmática Ciudad de La Plata, única por su diseño en su concepción de totalidad, como en nuestra bellísima e imponente basílica de Luján, reafirmando que su concreción podría no haber sido en detrimento de nuestra identidad criolla e hispana, amerindia y negra.

Debiéramos reflexionar sobre estos temas con profundidad para comprender y compatibilizar estas dos puntas de un mismo ovillo.

Y en ese sincretismo de factores comunes es donde al hablar de Iberoamérica, estamos haciendo referencia puntualmente a nuestras raíces compartidas con el Brasil, es decir, España y Portugal como dos potencias marítimas colonizadoras desde los albores del descubrimiento de America, se tiñen ambas entre si pero conservando sus culturas particulares regionales y por momentos se entrelazan siendo dificultoso para ellos mantenerse en estado puro adquiriendo rasgos del otro, a pesar de sus disputas territoriales donde han sido duros e implacables enemigos. En la división de tierras americanas, España al oeste y Portugal al este, y entre esos imprecisos limites la mano evangelizadora de los Jesuitas con sus magnificas misiones, pero llegando a que esa línea sea muy delgada cuando desemboca en el Río de la Plata donde en lo que es hoy territorio uruguayo, la mixtura entre las dos culturas colonizadoras se hace tangible a través de la herencia de rasgos culturales comunes.

A medida que lo vamos desenmarañando, el ovillo se hace cada vez más complejo, así que retomemos el tema del sincretismo, tanto en el arte popular como en la arquitectura.

Y es precisamente en los ex-votos del Brasil donde se evidencia ese sincretismo en cuanto a las formas de expresión a través del arte popular. En este caso la pintura al óleo que a partir del siglo XV se difunde en Europa primero desde Italia, luego pasando a Francia y de allí siendo adoptada por España y Portugal. Una vez colonizado el Brasil, la falta de una firme y efectiva red estructural socio-religiosa debida a las dificultades que el territorio les imponía, los fieles católicos comenzaron a apoyarse en una religiosidad contemplativa y de oraciones personales. Desarrollaron el fervor por la Virgen María iniciando así el marianismo dentro del catolicismo en el Brasil. En este contexto es que la práctica exvotiva se expande en el país, y como era de esperar, los motivos son exactamente los mismos que en nuestro caso. La única diferencia es obviamente que los ex-votos del Brasil no son de plata como los nuestros, ya que la plata de Sudamérica estaba solamente en manos de la Corona Española, sino que son algunos de madera dura trabajada como simples esculturas, pero casi la totalidad de los ex-votos son pinturas muy coloridas realizadas al óleo o tempera sobre tablillas de madera de cedro representando también agradecimientos por los milagros concedidos a través de las formas de brazos, manos, cabezas y piernas, ojos, cuerpos y naufragios.

Tal vez el uso de estas pinturas votivas, haga mucho más fácil su interpretación por ser esta técnica de comunicación artística popular más elocuente del milagro que el promesante agradece.

En este caso los pintores reemplazan a los plateros, y es a quienes los fieles recurren para encargarles la confección de sus ofrendas, del mismo modo que nuestros fieles lo hacían con nuestros plateros criollos.

De este modo estas tablitas pintadas frecuentemente están firmadas por sus pintores, de la misma manera que muchos ex-votos criollos estaban punzonados con los nombres de sus hacedores. Estos milagros pintados en el Brasil, representan los elementos formales portugueses barrocos mixturados con la percepción particular nativa, recordando las volutas de las fachadas en las iglesias primitivas del interior, y utilizando los colores rojo, amarillo, azul, celeste, naranja, correspondiendo todo esto al gusto de los artistas populares portugueses, incluyéndolo al africano y al indígena.

Ahora bien, después de habernos sumergido por un rato en cuestiones puntuales, retornamos a los escritos del viajero inglés. Por supuesto que el contexto arquitectónico en el que observa Mac Cann las particularidades del santuario, es en el colonial hispanoamericano del Río de la Plata, donde la plaza como centro de las actividades publicas de la villa se encontraba rodeada de viviendas de una sola planta y coronada por sus edificios mas significativos como el cabildo, la aduana, la casa del comandante y la iglesia.

Sin lugar a dudas, el ojo que sabe lo que debe buscar, puede encontrar en las fachadas coloniales de la Buenos Aires del XVIII, esos rasgos comunes que se mixturaron entre lo portugués y lo español. Son pinceladas, pero están. Desde la casa de la Virreyna Vieja, la Aduana Vieja o casa Basavilbaso, la Real Dirección y Administración de Tabacos, el antiguo Hospital de Mujeres, e infinidad de esquinas como la llamada casa del Virrey en Lujan, de las que hay sobrados y bellísimos ejemplos documentales. Hoy todavía se conserva una, la casa de Martín Sagastume en el Tigre.

Poco queda de aquella arquitectura simple y austera, que supo ser el resultado fiel del mestizaje entre culturas. Los colonos provenientes de la península ibérica con todas sus intenciones de poblar el mar de las pampas tuvieron que adaptar sus conocimientos y lineamientos europeos de acuerdo a las Leyes de Indias, y a las posibilidades tanto constructivas como materiales y humanas que les brindaba el país.

Ahora bien, esta casi desaparición de la arquitectura colonial que supo conformar la villa de Lujan, no se debe al reemplazo de esta arquitectura por la necesidad de aumentar la densidad de ocupación, ya que hoy en día esa densidad en derredor de la plaza continua siendo prácticamente la misma que en los últimos dos siglos.

Salvo en la iglesia.

Y el motivo es respetable, ya que la Basílica de Lujan esta hecha a la escala que le corresponde por ser patrona de tres países, Argentina, Uruguay y Paraguay, y porque la devoción de sus fieles la ha justificado desde sus orígenes a través de los milagros concedidos en toda la republica y ha generado y genera manifestaciones de fe multitudinarias.


El desafío planteado a resolver es como este magnifico evento de orden nacional e internacional, puede convivir dentro del tejido urbano de una pequeña ciudad rural, articulándose con usos tan diversos como complejos, teniendo en cuenta las escalas de la llanura y del río que dio origen a la villa, con el condimento de poseer en su eje el mayor complejo museográfico de Sudamérica.



El motivo final de estos escritos, es despertar el interés en la investigación profunda de la cultura del lugar en su conjunto, con el objetivo de encontrar en esa búsqueda la inspiración vinculada a la razón, para poder intervenir y diseñar con autoridad, desde un proyecto urbano hasta una casa.

Alejandro Falabella

2 comments:

Lucía said...

me pregunto cuál es la fuerza.

por allá dijeron:
- ché!, ¿cuantos años tiene Angelito?
respondió:
- ...y.. como 50 ya.
era, real; se materializaba, era sombra de forma, era idea-mito popular y que murió y se desenterró, y se enterró y resurgió.
Milagro!... y en él buscarnos.
- a quien se le conceden los deseos debe volver...
volver y ofrendar, volver y hacerse carne, volver-creer. Darle su pierna en plata, su mano, su foto, su juguete.
Aunque la piel sea gallina volver
por allá, Villa Unión, La Rioja, con menos lujos y afianzado en tierra, alguien es también conexión con lo que nos resulta inexplicable.

Besos
Lu

Nico Tinto said...

Lucia escribe y.. para que se entienda de lo que habla dejo esta brevisima reseña.

Cientos de personas en colectivos o autos llegan durante todo el año a Villa Unión, La Rioja a pedir o agradecer al angelito Miguel Angel Gaitán. La gente cuenta que es muy milagroso. Murio de Meningitis cuando tenia un año en 1967. Su ataúd fue encontrado fuera de su tumba, como expulsado por la tierra. Volvieron a enterrarlo y paso lo mismo a los pocos días. Esto pasó varias veces…Y su cuerpo no se descomponía. La gente en señal de agradecimiento deja regalos, fotos y juguetes. Su cuerpo se encuentra milagrosamente muy bien conservado y tal como él lo decidió, fuera de la tierra viviendo entre la felicidad de la gente, con los vivos.

Muy lindo el texto Lu.