Tuesday, June 24, 2014

Javier Gallardi - Carla Ferraro



Nuestra percepción de La Plata es básicamente la de una masa edilicia muy consolidada (en algunos sectores más que en otros) rodeada de esa vegetación tan imponente, respecto a su presencia en casi todos los sectores de la trama, como así también en volumen.
La sensación, UTOPICA, que tuvimos en el relevamiento de la zona, fue la de imaginar que pasaría si la ciudad quedara totalmente deshabitada por varios años? que sucedería con ese VERDE tan presente?… La imagen fue la de una ciudad totalmente tapada, anudada, invadida por diferentes especies de enredaderas que se apoderan de lo construido. Es como ponerse a pensar, por ejemplo, que pasa en una plaza con un sendero materializado cuando no se usa?; El pasto, los yuyos, la vegetación se va encimando sobre ese sendero hasta que lo cubren y se apodera de el por completo.

Al entender lo importante que es la presencia de vegetación en la Ciudad de la Plata, entendemos también que se debe controlar esa presencia, cómo el verde se mezcla con lo construido, cómo ingresa a la trama. Pese a esta trama tan ortogonal, tan planificada, tan que casi no se puede mover ninguna pieza para que no se desarticule esa “planificación” para que no se “des planifique”; Nuestra propuesta es regular y ver de cómo hacer que estos espacios verdes se relacionen, se aten casi como pensando que una enredadera los une para formar, dentro de esa trama tan perfecta, una trama más ORGÁNICA.







Genoveva Ducatenzeiler - Agustina Vitale
















Micaela Castelo - Eliane Herrera Camargo



María Soledad Paravagna - Facundo Alvarez







Jeremias Abram - Santiago Siccardi





Brenda Vasser - Casandra Velazquez


Cecilia Bustos - Julio Balloffet




Sebastian Billordo - Nahuel Billone








Julian Veca - Gaston Mancuso



Luis Boyer - Agostina Briguenti


















“La percepción de la ciudad se realiza a través de su carácter y que las imágenes de que de ella se generan expresan el contenido afectivo de la ciudad”

El estudio del entorno nos permitió confirmar la variabilidad de usuarios, edades, usos y recorridos que se realizan en la plaza conjuntamente con el barrio que la contiene. La plaza Castelli es una pieza dentro de un sistema mayor dirigido hacia la plaza central. La plaza Castelli es un punto de encuentro social a escala barrial, es periférica y es un punto de encuentro direccionado, esto  determino la posición del punto más alto que funcionará como referencia visual distante. Dentro de la dialéctica platense los elementos elevados son frecuentes para señalar puntos referentes y de importancia. Es más fácil interpretar intervenciones en lenguaje conocido.
El sistema conectivo de espacios públicos de la ciudad se intensifico continuando elementos faltantes para vincularlos (dársenas).
La plaza Castelli es un elemento periférico dentro del trazado original, pero el uso real de la zona excede lo delimitado por él. Generando pasos coincidentes con las avenidas ortogonales se agilizan las conexiones de la periferia con el eje institucional y el centro de la ciudad.La avenida 25 continúa hasta un parque proyectado, aprovechando un vacío en la trama, respetando las proporciones de otros parques de la ciudad.
Una presencia importante dentro del contexto de la plaza es la institución religiosa, previendo el crecimiento demográfico y la necesidad de una dependencia administrativa se diseñó un espacio integrado a la plaza y abierto a la comunidad. La proyección de la plaza prioriza la curiosidad y la inventiva del usuario permitiendo que cada uno con sus necesidades y posibilidades determine el uso de los espacios flexibles.


Kevin Linch  en el libro “Imagen de la Ciudad” escribió sobre la sensación de pertenencia y el reconocimiento espacial que transportan a los usuarios a un lugar conocido. Nos es necesario encontrarse en el punto de llegada par sentirse en él, la presencia de elementos que lo recuerden permiten una conexión emocional por adelantado en el camino. Estos elementos ubicados en las vías de acceso  más frecuentes, con colores, texturas y morfologías reconocibles asociadas a las intervenciones internas de la plaza extienden la sensación de estar en ella.

En el entorno de la plaza las manzanas que enmarcan la procesión a la Plaza Brandsen modifican el sistema de vinculación entre solares, generando un espacio de encuentro a menor escala. Este espacio peatonal y de acceso público prioriza la vegetación y el intercambio. La altura de los volúmenes aumenta alejándose de las plazas permitiendo la mayor cantidad de visuales hacia ellas.

Ana Laura Cuevas

Proporciones que se replican con distintas direccionalidades atraídas por un foco que al mismo tiempo es contrapunto de otras. Esa relación es la que nos importa, ese fluir y la vinculación entre pequeños focos contenidos por barrio y el gran foco contenido por ciudad.
Así como la ciudad de La Plata tiene una Plaza Moreno el barrio tiene la plaza Castelli.
Si imaginamos a las calles y a la plaza como dos ejes, el primero el horizontal nos remiten a un punto de origen y otro de destino que  sería lo dinámico, impersonal,  direccional y con velocidad, en cambio la plaza es la expresión del espacio conformado alrededor de un eje vertical propio de ella es la estática, la pertenencia, la permanencia. 
Definidas por los muros de la arquitectura la calle se convierte en el espacio para sumarse al movimiento, las plazas en cambio constituyen lugares para permanecer y participar.
Es esa vinculación espacial plaza-vías-terreno lo que vale.

La desmaterialización de la Línea Oficial y como el vacío que viene del foco con ayuda de la dinamia de las calles se incorpora en lo construido y desdibuja ese limite.
Lo inmaterial no se contiene hasta que se encuentra con la masa, genera estadios de transición y pasa o se queda.
Esa transición es que va a quedar como grises entre el afuera y el adentro, lo publico y lo privado, instancias intermedias que terminaran por conformar ese espacio único que invita a conocer al edificio recorrible por los vecinos con la velocidad y el impacto que traen sus calles.








Federico Graiño - Nicolas Colantonio


Romina Moncloba - Sergio Robbiano





Sunday, June 22, 2014

Paisaje urbano e identidad

El trabajo que nos convoca se coloca en el espacio de transición entre el paisaje, el arte y el urbanismo, como fundamentos para pensar una ciudad sostenible y sana en todos los aspectos de la vida urbana. (culturales, energéticos).
Seguimos profundizando en la propia propuesta como un todo. Abordando en este caso en profundidad las posibilidades del universo complejo del espacio del parque.
Fundamental entenderlo en todas sus diferentes variables: memoria colectiva, escalas y ámbitos de uso, escalas vegetales, crecimiento, régimen estacional, densidades, grados y posibilidades de absorción, porosidades, color, textura, forma, etc. es decir que lo entenderemos como materia, con sus diferentes cualidades- propiedades y en términos paisajísticos.

Además, reflexionamos sobre la incidencia solar en términos de luminosidad, energéticos, vitales;  y los criterios a partir de los cuales cada propuesta se articula con relación al tema.
Por último, y no menos importante, exploraremos las posibilidades que el proyecto por su envergadura brinda (escala, dimensiones y cualidades del parque en su entorno inmediato) como una oportunidad única, como recurso disponible, para el escurrimiento de las aguas, siendo este un tema acuciante y presente en la memoria colectiva de la ciudad.

La idea fundamental del trabajo, como ya explicamos es que el abordaje de cada uno de estos tópicos se realice desde una visión amplia y conceptual, y no con una mirada tecnicista o cosmética. En ese sentido es fundamental que tengan en claro los conceptos fundantes de cada una de sus propuestas, ya que siempre bajo estas reflexiones se tomarán las decisiones sobre los demás argumentos.

Como complemento de lo discutido en el taller durante el esquicio,  les acercamos algunos proyectos que pueden servir para tomar contacto con la inmensidad de recuersos que el proyecto tiene a su disposición.

Martha Schwartz, es paisajista de numerosos emprendimientos urbanísticos. Sus proyectos combinan el land art, con los matices históricos y los materiales inusuales.
























Parques concebidos como grandes jardines públicos de gran fuerza visual y plenitud absoluta de elementos preexistentes, junto con las imágenes nuevas, son temas centrales y recurrentes en su obra. El espacio de sus propuestas se compone de bandas de hierba, árboles, asfalto, y caminos de grava, el agua aparece entre las vías haciendo referencia a relaciones históricas de la ciudad. Sus caminos de arena ondulados anulan el aspecto lineal y animan a los peatones a usar un nuevo sendero.












































Recuerda a ciertos recursos conceptuales del  arquitecto chileno Smiljan Radic y a su idea de la Doble polaridad o juegos de contrarios: donde objetos frágiles versus materiales nítidos, se combinan y donde lo primitivo y lo contemporáneo, lo difuso y lo nítido, conviven.

Radic afirma: “mi obra se mueve entre dos modos de hacer; un modo de hacer difuso y otro de extrema nitidez.
El modo de hacer difuso al que hace referencia surge de la acumulación de la des-simplificación, mediante la cual la función de cada objeto se desdibuja y la obra se plantea como un “artefacto frágil” resultante de la yuxtaposición de elementos, propio de un método artesanal.
La extrema nitidez tiene que ver con la forma en que utiliza los materiales explotando sus cualidades tanto tectónicas como estéticas e incluso reincorporando materiales que la modernidad dejó de lado.
Lo contemporáneo aparece en la disposición de las plantas, la fluidez de los espacios; el uso de las transparencias y en los materiales industrializados.
























Acumular, atiborrar y “des-simplificar”: concepto que surge de la idea de “ciudad difusa” colapsada por la suma.
Para entender mejor el concepto de “Ciudad difusa” explica: “por ejemplo las ciudades en las que habitamos hoy en América Latina fueron diseñadas  con un imaginario de nitidez, pero la acumulación, el amontonamiento y la precariedad las transformaron en urbes difusas, muy diferentes a las europeas. 
La elección y utilización de los materiales no responde a una cuestión tectónica o funcional exclusivamente, sino que reconoce en ellos un potencial, una energía, una carga cultural simbólica reconocible de forma intuitiva, proyectando en éstos sensaciones y apreciaciones subjetivas.
Esto puede relacionarse, como explica Radic con el valor cultural de los materiales y los recursos.
Radic reconoce las fuerzas místicas de los materiales, destacándolos, de manera que cumplen un rol fundamental en sus obras. La piedra nos remite a la naturaleza, a lo permanente, al interior de la cueva, al jardín y la montaña, algo inmóvil que siempre estuvo ahí y estará por siempre. La madera nos recuerda la vida, lo efímero. Nace, muere, se desvanece y da lugar nuevamente a vida. El hormigón es artificial, urbano e industrial, y se relaciona con la cultura moderna.
A través de la superposición y yuxtaposición de estos materiales, Radic, manipula no sólo el espacio, sino también nuestro imaginario.    

Por último, imposible hablar de paisaje e identidad, sin mencionar la inmensa obra del Roberto Burle Marx, artista innovador y diseñador brasileño.
Desarrolló sus ideas sobre el uso de plantas nativas generando sus propias plantaciones de especies recogidas durante expediciones a las selvas y sabanas, y donde experimentó con las asociaciones de plantas y diseños para el resto de su vida. Sus parques y jardines fueron parte del paisaje de la arquitectura moderna de su país, como parte de la idea de arte total.

























Wednesday, June 11, 2014

Reflexiones sobre "Ciudades Perdidas"


"Hace unos cuantos años, una tarde de domingo, a principios de verano, tuve la sensación de caminar entre los monumentos en ruinas de una civilización abolida. Era una sensación futurista, porque esa civilización no era la de los antiguos mayas, o la de los babilonios y sus ciudades de adobe desmoronadas en el desierto. La civilización a la que pertenecían aquellos monumentos abandonados que yo visitaba en el centro de XXla ciudadXX era la mía: la de las calles con aceras anchas por las que camina mucha gente y los escaparates que miran los que pasan, la del transporte público, la de la vida mezclada y compacta, en la que se cruzan los placeres y las obligaciones, y en la que nadie puede ignorar la existencia de los otros ni dejar de confrontarse con el hecho asombroso y aleccionador de la variedad de los caracteres y las inclinaciones humanas.
(...)
Una ciudad entera, y con ella una idea de civilización, había sucumbido casi de la noche a la mañana a la hegemonía del coche y a la huida masiva de la clase media a las urbanizaciones periféricas, al auge de los centros comerciales gigantes y a la eliminación planificada del transporte público."


En este fragmento de la nota "Ciudades Perdidas" (ver link) publicada en el suplemento Babelia del diario español El País, podemos vernos reflejados cuando profundizamos en los elementos que se ponen en juego al pensar la ciudad y proponer alternativas proyectuales.

Las reflexiones que plantea el artículo -y nosotros entendemos en este momento no debemos dejar de lado- se corresponden con las preguntas con las cuales pensar e imaginar (o re imaginar) las dinámicas urbanas.


El transporte, la circulación vehicular o peatonal, incluso la aparición de vías complementarias (bicisendas, lineas exclusivas de transporte público, o exclusivas de uso vecinal, etc) empiezan a ser temas específicamente urbanos sobre los cuales se abre la posibilidad de plasmar aquellas ideas que se vienen trabajando de modo propio. 
Estamos hablando de cómo comenzar a dar forma a la intervención -en todos los casos en cuanto a lo existente o también a lo proyectado-: los usos, las variables espaciales o de paisaje, las apropiaciones simbólicas -expresadas en la subida anterior-; estos son argumentos proyectuales que nos proporcionan cierta cualidad ligante a las primeras aproximaciones desde lo inasible de ideas y conceptos hacia el proyecto, digamos sirven de argamasa. 
Por supuesto iran avanzando sin un ordenamiento preestablecido, ni fijo, ni lineal; sino que se retroalimentarán de conceptos a dibujos, maqueta a idea, y así, yendo y viniendo de uno a otro campo, afectándose y calibrándose mutuamente, entendiéndose entre sí, hallando consonancias, poéticas afines, lenguajes comunes con los cuales ir tomando forma, materia, especificidad desde un sentido que le dé sustento mutuo: la formas, paisajes y texturas al pensamiento y viceversa.

Es el momento de pensar en cómo los estacionamientos, las calles, avenidas, bulevares y la diagonal empiezan a ser apropiadas por cada proyecto, en la cual se reflejen las ideas en el ordenamiento circulatorio, por ejemplo
Pero también en las soluciones ambientales (asoleamiento y proyecciones de sombres, uso de suelos absorbentes, orientación respecto de vientos, distribución de árboles y vegetación, etc) entre las cuales la temática de la lluvia y la memoria de la inundación tendrán bastante por decir en el ejercicio de situar las ideas en trabajos de proyecto urbano de acá hasta la entrega.


Como inquietante conclusión dejamos una última frase del texto, para ponerse a tono con la conciencia y la magnitud de qué significa intervenir en la ciudad:

"Parece que una ciudad es un organismo formidable, pero resulta que puede desmoronarse con la misma facilidad con que la codicia humana mezclada a la tontería irresponsable puede arruinar un ecosistema que se mantuvo estable durante milenios."

Buen trabajo!