Mirada - Palabra - Experimentación

Suscribimos a una concepción donde la clave  de la producción arquitectónica no  pasa por la artesanía de producción, sino por la artesanía de pensamiento a lo que agregamos, un pensamiento  situado y comprometido con el lugar del cual emerge.

El desarrollo del aprendizaje se articula mediante la instancia disciplinar compuesta por la triada:

 Mirada   -   Palabra   -   Experimentación

Promoviendo en esta instancia la relación de totalidades con fragmentos, detalle con edificio, edificio con ámbito y paisaje.

Cada instancia implicará el desarrollo particular de la ejercitación proyectual, atravesada en cada caso por un tamiz disciplinar que articule los objetivos y permita evaluar los resultados.

La Mirada, la primer gestación proyectual:

La forma en que miramos y vemos, implica tal vez la primera gestación proyectual: sea este acto consciente o no.  

PALABRA / CREACIÓN

El momento inicial, el de la gestación, es fundamental en el acto creativo. 

En el mismo, se pasa de la intención a la realización a través de una cadena de decisiones. 

Paul Valéry habla de un “drama” interior. De una serie de aventuras y de agitaciones. 

Es el momento de la creación. Con ella, las palabras y sus contenidos ingresan en el mundo por primera vez.

Destacamos la importancia de la verbalización y de la visualización; y la relación de alumbramientos mutuos, como una forma de percepción, que nos permite ver aquello que generalmente no vemos destacando su función “reveladora”, como una imagen fotográfica que no había sido aún sumergida en el baño que la haría aparecer.

EXPERIMENTACIÓN / CONCRECIÓN  

Proyecto Integrador.

Implica la implementación última de las herramientas disciplinares de representación como modo expresivo con el cual la arquitectura hilvana intuiciones, conceptos, funciones, tradiciones en PROYECTO.