Saturday, May 03, 2014

Luis Boyer - Agostina Brighenti

La Ciudad de la Plata fue construida en un periodo liberal de La República Argentina, por hombres que llevan a cuestas los principios y realidades, no sólo de sus vidas personales, sino que aquello que es común, es decir, intereses extranjeros. Junto a otro, de algún lugar, lo que se vuelve centro que recoge la historia.
Tuvo un comienzo desde un cero. Donde se partió de un conocimiento que en ocasiones se lo puede suspender y en otras exponer.
Se puede reconocer a la ciudad en la evocación de nombres y de imágenes,
las que son una advertencia en el construir el pensamiento, más veraz que un dogma. Así, esta tradición del espacio público se re-inicia.
La ciudad de la Plata se propone desde su fundación, ser ciudad.
Esto es porque lo público en la plata tiene la fuerza de crecimiento y los espacios públicos son integradores sociales.
La imagen tradicional que se tiene de esos espacios públicos no puede ser otra que la de un espacio no oprimido, sino plenos de libertad donde los vecinos o ciudadanos, con sus pensamientos, que no están re cubiertos por las formas de un tecnicismo dogmático, dibujan gestos que son propios, porque el aire es diáfano, la luz es diáfana tanto que estar al sol o a la sombra representan suertes idénticas. Se espera que ese encuentro nos conecte y traiga esa diafanidad que cada espacio público nos ofrece y brinda de tal aire y tal luz.
¿Estamos en una tierra que recoge con prudencia la antigua tradición del espacio público y que con prudencia se detiene junto a estandartes favorables y que no avanza a través de ellos con rigor extremo? ¿Y que se guía por una imagen única de lo favorable?
Entonces, ya no es una necesidad. Sí, una urgencia, que pide, que interroga nuestra condición de Americanos. Una pregunta que se dirige a desentrañar nuestro destino... ¿cuál destino? ...
El destino de ser americanos.



PROPUESTA
Elementos (mobiliario, elemento arquitectónico) basado en las libertades que ofrece la plaza y materializado con el entorno. Elementos que en función de la integración con el entorno configure un espacio de encuentro y un punto de referencia.
Si ubico una persona en un espacio en blanco y pongo frente a él un objeto y lo denomino silla, inmediatamente la persona pensara en la acción de sentarse. Pero al no denominarlo con un nombre conocido, solo la experimentación permitirá descubrir su uso. y es en el proceso de probar donde descubrirá nuevas cosas sobre sí mismo. Puede que con el paso del tiempo determine que es efectivamente una silla, pero esa persona ya no será la misma.

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